La meditación es una práctica milenaria que tiene su origen en religiones orientales como el hinduismo. Es una práctica útil en muchos aspectos de nuestras vidas, incluida a la hora de reducir el estrés.
¿Qué encontrarás en este artículo?
¿Por qué nos estresamos?
El estrés es una respuesta natural del organismo, un estado de alerta que se activa en situaciones de peligro. Esta capacidad del cerebro nace de la evolución del ser humano, era una forma de encontrar soluciones ante encuentros con depredadores y otros problemas que surgieran en la naturaleza.
Sin embargo, en la modernidad, esta reacción se ha convertido en algo del día a día. Ocurre cuando ves noticias trágicas en la televisión o en el internet, cuando hay tensiones en el trabajo o cuando cometes errores, entre otros.
En resumen, sucede cuando la vida moderna te empuja de un lado a otro sin la oportunidad de procesar lo que existe en el presente.
¿Cuáles son los efectos del estrés?
Usualmente, el estrés se manifiesta en el cuerpo por medio de tensiones en los músculos, respiración incompleta o entrecortada (cuando el aire no llega completamente a los pulmones), y el aumento de la frecuencia cardiaca.
En este estado, es más difícil analizar un problema de forma objetiva, lo que puede llevar a tomar decisiones apresuradas que en vez de resolver la situación, la hacen más complicada.
Cuando esta respuesta del cuerpo se presenta todos los días, puede afectar la salud mental y física, y tiene efectos que varían según la persona, estos pueden ser:
- Dolor de cabeza
- Trastornos del sueño, como insomnio e hipersomnio
- Problemas de concentración
¿Por qué es útil la meditación para reducir el estrés?

- Los músculos se relajan.
- La frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno disminuyen.
- La mente se tranquiliza.
- Estimula la producción de dopamina, la hormona del placer.
¿Cómo meditar para reducir el estrés?
Existen diferentes formas de realizar esta práctica, cada una con propósitos diferentes. Para reducir el estrés, una buena forma de hacerlo es mediante la atención plena, también conocida como mindfulness.
Aunque creemos estar conscientes de nuestro ambiente, todos los días nuestra mente nos conduce a diferentes direcciones todo el tiempo, entre el futuro y el pasado, cuando lo que más requiere de nuestra atención es el presente, donde sí tenemos la capacidad de actuar, este es el principio del mindfulness.
Lo importante es centrar la atención en el momento, una decisión firme de enfocarse en el bienestar personal mediante la observación de distintos pensamientos.
Esta práctica se convierte en una buena forma de aprender a relajar el cuerpo y manejar nuestra respuesta a distintos estímulos del entorno.
No podemos controlar lo externo a nosotros, lo único que podemos manejar es nuestra perspectiva de ello. La práctica meditativa puede convertirse en la mejor forma de conocernos por dentro, cambiar estructuras de pensamiento que no son útiles, y en general, desarrollar una tranquilidad ante los diferentes retos que se nos presentan día a día.
Si quieres comenzar a meditar y no sabes por dónde, aquí puedes encontrar un curso básico de meditación que te enseñara todo lo que necesitas saber como principiante. También puedes leer el artículo: ¿Cómo meditar? 3 formas de hacerlo fácilmente.
Esperamos que tu lectura de este artículo acerca de cómo reducir el estrés te haya animado a comenzar un camino de autorreflexión y conocimiento propio. 🙂